jueves, 8 de marzo de 2012

El básquet de Cañada

En la ciudad de Cañada de Gómez, el básquetbol es una razón de vida. Se vive, se respira y se transpira este deporte del primero al último de los habitantes de esa localidad cercana a la ciudad de Rosario.


Sport Club ha sido uno de los equipos fundadores de la Liga Nacional pero los demás clubes de Cañada también van ganando su protagonismo en las categorías de ascenso del país. Y tal era la rivalidad entre Sarmiento y ADEO (Alianza Deportiva Everton Olimpia), debido a que estaban a la sombra del Celeste, que por el torneo Federativo "C" debían enfrentarse en el cruce de Cuartos de final. En Cañada de Gómez es tanto el fanatismo por el básquet que, para encontrar un aficionado a otro deporte hay q buscar por debajo de las baldosas de la ciudad porque cada vez que alguien hace rebotar una bola "Naranja" se siente como un sismo en la cordillera de los Andes.

Al partido crucial lo habían puesto en un escenario neutral, es decir en el "Varni" de Sport. Venía adelante en el marcador por 8 puntos en el segundo cuarto el conjunto de Sarmiento. El DT de ADEO había movido el banco con 11 jugadores q no encontraban destacarse a nivel equipo; todos los puntos desparramados en 9 players y eso q perdían x 30 a 22. Y ahí, agazapado como siempre en el rincón final del banco de suplentes, más cerca del utilero que del planillero, se encontraba Juan Carlos "Carroña" Álvarez, el hombre de los codos filosos. Menos mala leche que en la planta láctea de La Serenísima tenía este Ala-pivot. Lo que pasaba era que no tenía mucha seguridad cuando recibía el balón y la sostenía entre el pecho y la cintura. Por ende subía la pelota arrebatadamente por encima de su cabeza y en forma zigzagueante movía sus codos como si fuera una guadaña en el baldío.

Su equipo necesitaba rebotes en su aro y abrir caminos en la zona pintada del "Tifón" mediante el juego áspero . Por eso tras la salida del vestuario del entretiempo,  Carroña Álvarez infló el pecho como si estuviera entrando al United Center de los Chicago Bulls. Llevaba 6 rebotes en defensa, porque los rivales no se acercaban a más de 1 metro, pero en ataque estaba mas perdido que perro en cancha de bochas.
Transcurrían los últimos 5 minutos del partido y la Alianza estaba a 2 puntos. Carroña recibió la naranja en la línea de simples y alguien gritó: ¡los 24! Juan Carlos tiró un zapallazo tipo lateral de fútbol y el estampido primero contra el tablero y el grito de la hinchada de ADEO después de ingresar la pelota en el aro, se pareció al grito de todos los argentinos cuando Manu Ginóbili la metió contra Serbia en Atenas 2004.
El partido fue a suplementario, Sarmiento logró pasar de fase y Carroña Álvarez metió un doble tan importante que fue el tema de discusión por varios meses en Cañada por todo el mundo del básquet. Para mi fue su primer doble en Primera decían, para mí quiso pasársela al base que cortaba por debajo del cesto alegaban, para mí se asustó por el grito de la expiración del tiempo de posesión y se la sacó de encima exclamaban, para mí esto y para ti lo otro; nadie se puso de acuerdo y todos se habían olvidado de que los codos filosos pasaron a un segundo plano…

(fuente: http://tirandoalaroweb.com.ar / escrito por: David Cases)

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