Hace un par de semanas atrás, junto con unos amigos en el club, tomabamos una gaseosa y salió el tema de San Bulchi. Tal vez se pregunten que santo es este, que no es muy conocido en ciertas latitudes de nuestro país. Pero dentro de la ciudad de Junín (BsAs) es el más grande ídolo de, por lo menos, la mitad de la ciudad.
Pasen, vean y lean esta nota que publicó en su momento el diario La Nación para entender de que estoy hablando.
Nota Diario La Nación (20-03-06):
Ocurrió en los primeros minutos de ayer, seguramente en jurisdicción aún de la "hora de las brujas". Es inevitable suponerlo. Ya se sabrá por qué. Se jugaba la 28va fecha de la Liga Nacional Movistar y el país del basquetbol centraba su interés en dos partidos excluyentes, que podían definir el segundo y último descenso al TNA.
Para continuar con vida, Argentino, de Junín, necesitaba vencer como visitante a Ciclista, en el clásico más esperado de la historia de la ciudad, y que River derrotara en Núñez a Belgrano, de San Nicolás, el otro afectado por el descenso, pero con dos triunfos de ventaja.
Por una extraña coincidencia del el fixture, en las dos últimas fecha de la serie regular, se medirán Argentino y Belgrano en partidos de ida y vuelta. Es decir que todo quedaría en manos de los juninenses si los resultados los acompañaban.
Argentino había sufrido una dolorosa caída el viernes último en River (81 a 79) tras un doble convertido por Leopoldo Ruiz Moreno en el segundo final. Anteanoche, sin embargo, estuvo a punto de ganar el caldeado clásico que la ciudad de Junín vivió como uno de sus más grandes acontecimientos deportivos. Mucha gente no consiguió entradas, hubo 2500 hinchas y un gran dispositivo de seguridad con 120 policías. Restando 5 segundos, Fernando Martina, de Ciclista, ahogó el festejo visitante con un doble que igualó en 78 puntos y forzó a jugar un tiempo suplementario.
Tensión, adrenalina y emoción en el estadio de Junín. Argentino jugaba con un oído puesto en Núñez, porque si Belgrano ganaba, se terminaba todo.
Y Belgrano, a 3 segundos del final acertó un doble (Cristian Romero) que lo ubicó al frente por 96 a 95. La hinchada de San Nicolás festejaba. En Junín, la de Argentino padecía, sentía que el sueño era imposible. River repuso rápido, Bruno Lábaque asistió a Maurice Spillers y el norteamericano, sobre la chicharra, la hundió con una volcada tremenda (final 97 a 96). Desazón en Belgrano. Delirio en Argentino, que en ese momento gana por 4 a 10 segundos del epílogo (86 - 90). Parecía que se cumplía el sueño.
Pero la brujas y Ciclista, que quería escribir su página más gloriosa, interrumpieron la euforia. A 7 del final, Agustín Carabajal acertó dos libres para Ciclista (88 a 90). Argentino se equivocó en la salida y tuvo que cometerle falta a Juan Cangelosi cuando intentaba empatar. Foul y dos tiros libres cuando el partido casi había terminado, restaban 4 décimas. No había tiempo para nada, ni para tomar el rebote. Sólo para un cachetazo. Cangelosi embocó el primero (89 a 90) y falló el segundo. El estadio enmudeció. Mauro Bulchi, el jugador más regordete del torneo, saltó, tocó la pelota y la metió. Final: 91 a 90. Increíble. Argentino al descenso y Ciclista en la gloria. En Núñez, la banda de San Nicolás explotó de jubiló ante la noticia radial, levantó en andas a sus jugadores y cantó "¡Boron bom bon, Bulchi a la selección!" Nunca la Liga vivió una jornada igual. Tan insólita y memorable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario