Trece años atrás, el Olimpia Basketball Club vivía noches de esplendor. Era modelo institucional, símbolo de grandeza deportiva y orgullo de Venado Tuerto, ciudad del sudoeste santafesino, enclavada a 164 kilómetros de Rosario, que vibraba al compás de equipos que hicieron historia, allá por la década del 90. Hoy, la realidad es diametralmente opuesta. Y la sensación, lejos de aquellas épocas de triunfalismo, es de compasión. De oscuridad.
A fines de noviembre próximo vence el plazo de seis meses otorgado por el juez Federico Longobardi, que entiende en la quiebra de la entidad venadense, para que desde el Ejecutivo y Legislativo de Santa Fe puedan presentar un proyecto integral que impida el remate de las instalaciones que posee el club.
A raíz de los insistentes pedidos de prórroga, provenientes del Concejo Deliberante de Venado Tuerto, de la Cámara de Diputados y del Gobierno de Santa Fe, y de la presión ejercida por la propia comisión de padres que maneja los destinos del club, el pasado 28 de mayo el juez Longobardi dio el visto bueno para que se abriera un compás de espera de 180 días en el proceso de liquidación patrimonial que soporta Olimpia. En su dictamen, el magistrado indicó que resolvió aplazar el remate, que estaba previsto sobre una base cercana a los 4 millones de pesos, incluida la sede social y el estadio, por la voluntad del gobierno provincial de evaluar en ese lapso diferentes alternativas y opciones que permitan a la institución seguir desempeñando su función social, deportiva y cultural en Venado Tuerto.
Actualmente Olimpia tiene acreencias que ascienden a un 1 millón y medio de pesos, según los cálculos de Daniel Lesnaberes, síndico que entiende en la quiebra del club. Diez años atrás, el pasivo era 550 mil pesos, comparó quien fuera designado por el juez Longobardi para desempeñar dicha función a partir del 99, antes de que la institución se adhiriera a la Ley de Salvataje de Entidades Deportivas y quedara constituido el órgano fiduciario que administra la institución. El técnico Horacio Seguí, multicampeón con Olimpia en aquel inolvidable 96, fue uno de los primeros en solicitar la quiebra del club y figura entre los 50 acreedores.
Caída doble
A pesar de los incansables esfuerzos realizados por dirigentes, socios, padres de chicos que practican deportes en el estadio y hasta vecinos del barrio General San Martín de Venado Tuerto, los inconvenientes económicos llevaron al club a un proceso de liquidación coactiva de sus bienes. La quiebra del ex Banco Integrado Departamental (BID), por entonces principal patrocinante de Olimpia, producida en abril del 95, precipitó una caída libre con consecuencias prácticamente irreversibles.
La mayoría de los venadenses coinciden en vincular la quiebra del BID con la debacle de Olimpia. Distinta visión tiene el síndico Lesnaberes. La decadencia del club comenzó con una tómbola que la comisión directiva organizó por el 2000 y cuyos premios no pudo pagar a los ganadores. Fueron más de 800 acreedores que se presentaron en el concurso preventivo, pero que hoy estarían afuera, manifestó.
El estadio Olimpia
Del otro lado de la vía, como definen los vecinos del centro de Venado Tuerto, se halla el estadio Olimpia. En pleno corazón del barrio General San Martín. Precisamente, en calle 2 de Abril 476. Cuenta con una capacidad para 3150 espectadores, entre 2610 generales y 540 plateas. Allí, en esa misma dirección, también funciona la sede social del club. En la actualidad, 120 chicos practican básquet en ocho categorías. También se desarrollan actividades culturales, sociales y religiosas.
El estadio fue completamente remodelado en el 93. Es que a fines del 90, la Cámara de Diputados de Santa Fe plasmó la Ley del Deporte Nº 10.554, adherida a la Ley Nacional 20.665, que permitió la construcción de grandes obras de infraestructura deportiva en clubes santafesinos.
Uno de los impulsores de aquella ley fue el ex diputado venadense Julio Eggimann. Se había dado un gran apoyo económico mediante el artículo que prevé el aporte de capital privado, para que Olimpia hiciera ese magnífico gimnasio de 3.500 espectadores que sirvió para la proyección nacional e internacional del club, además de potenciar el deporte regional, rememoró el ex legislador.
Una ordenanza aprobada por el Concejo Municipal de Venado Tuerto declaró el año pasado al estadio Olimpia patrimonio cultural, social y deportivo. Una medida tendiente a evitar la pérdida de un espacio de recreación y competencia.
En busca del respaldo político
Cuando el juez Longobardi le puso fecha al remate de las instalaciones del club Olimpia, el director de Deportes de la Municipalidad de Venado Tuerto, Oscar Barbareschi, se reunió con el ministro de Gobierno de Santa Fe, Antonio Bonfatti, para transmitirle la preocupación de la comunidad venadense.
Comenzó allí la búsqueda incesante de un respaldo político para evitar la liquidación de bienes de Olimpia. Bonfatti se interiorizó de la situación en el encuentro que mantuvo con el abogado que trabaja ad honoren en el club, Arsenio Domínguez. Y también se reunió con el juez Longobardi, y con el secretario Legal y Técnico de Santa Fe, Diego Echen, para evaluar alternativas.
Proyecto sobre tablas
La intervención del Ejecutivo de Santa Fe para impedir el remate del club Olimpia también hizo eco en la Legislatura, donde un grupo de diputados justicialistas presentó un proyecto, que se tratará sobre tablas, para expropiar el inmueble de calle 2 de Abril y frenar la liquidación patrimonial de la entidad.
Así, las partes interesadas en evitar el remate de Olimpia ganaron un tiempo valioso con los 180 días otorgados por el juez Longobardi. Mientras tanto tendrán que definir la estrategia indicada para evitar la desaparición de un club que fue modelo institucional y símbolo de grandeza deportiva. Y que también era orgullo de Venado Tuerto.
(fuente: www.ambito.com / fecha: Jueves 25 de Junio de 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario